Intervención
de la Delegación de México en la reunión plenaria para considerar los
avances registrados por la Comisión de Consolidación de la Paz, en el marco
de los temas 47 (Aplicación y seguimientos integrados y coordinados de los
resultados de las grandes conferencias y cumbres de las Naciones Unidas en
las esferas económica y social y esferas conexas); 113 (Seguimiento de los
resultados de la Cumbre del Milenio) y 149 (Reforma de las Naciones Unidas:
Medidas y propuestas)
Nueva York, N. Y., 07 de febrero de 2007
Señora
Presidenta:
México
agradece su convocatoria a debatir los avances que hasta ahora registra uno
de los dos órganos más jóvenes del sistema de las Naciones Unidas. Nuestras
deliberaciones llegan en un momento muy oportuno, toda vez que la Comisión
de Consolidación de la Paz continúa en su proceso de definición. Estamos
seguros que los insumos que recojamos de este ejercicio, --junto con la
serie de propuestas que se presentaron en el Consejo de Seguridad la semana
pasada--, contribuirán con dicho proceso. Aprovechemos esta ocasión para
reflexionar sobre el futuro de la Comisión.
Mi
delegación expresa su reconocimiento por el trabajo que realiza el
Representante Permanente de Angola, Embajador Ismael Gaspar Martins como
Presidente del Comité de Organización. Asimismo, felicitamos a la
Subsecretaria General Carolyn McAskie de la Oficina de Apoyo para la
Consolidación de la Paz, por los esfuerzos que ha desplegado en una empresa
sin precedente.
Señora
Presidenta:
La
Delegación de México hará cinco comentarios en relación con el
establecimiento de la Comisión de la Paz y su desempeño a menos de un año de
existencia.
1.
En primer lugar y a juicio de mi gobierno, la Comisión se erige como una
prueba para el multilateralismo y específicamente para las Naciones Unidas.
Junto con el Consejo de Derechos Humanos, es uno de los resultados más
tangibles de la Cumbre Mundial de 2005 y del proceso de reforma de la
Organización. Las expectativas adentro y fuera de esta casa son por lo
tanto, enormes. Los ojos y la confianza de la comunidad internacional están
puestos en aquello que produzca la Comisión. Creemos que si rinde
resultados positivos en un rubro tan desatendido como es el de la
consolidación de la paz después de los conflictos, el sistema multilateral
habrá no sólo ganado, sino que habrá generado mayor capital político para
seguir avanzando en los temas pendientes de la agenda de reforma. La suma
de voluntades políticas que permitieron la adopción de las resoluciones
60/180 de esta Asamblea y la 1645 del Consejo de Seguridad, no se puede
perder. La Comisión se enfrenta así, a un reto nada menor.
Pero existe
un segundo reto de vital relevancia. Es de todos sabido que la contribución
de las Naciones Unidas en la reducción de los conflictos civiles ha sido
altamente significativa. No obstante y a pesar de sus mejores intenciones,
la Organización ha fracasado en prevenir la recurrencia del conflicto y en
establecer las instituciones políticas y funcionales en las sociedades
devastadas por guerras intestinas. Los esfuerzos de la Comisión de la Paz
deben estar centrados en llenar este vacío institucional y reparar este
récord histórico.
2.
En segundo término, el debate celebrado la semana en el Consejo de Seguridad
reiteró que el mandato de la Comisión es vago y tal como lo apuntó el
Representante Permanente de Sudáfrica, pareciera que la Comisión “tiene
distintos significados para distintas personas”. Varias delegaciones
presentaron una plétora de aportaciones sobre lo que “debe hacer o no” la
Comisión. Este pliego de propuestas debe ser estudiado por el Comité de
Organización, pero principalmente, por esta Asamblea General, foro universal
al que la Comisión de Consolidación de la Paz deberá rendir cuentas
periódicamente.
Mi
delegación se sumó al consenso de la adopción de la resolución 60/180, entre
otras razones, porque considera que en la relación con los otros órganos
principales de las Naciones Unidas, la Comisión de Consolidación de la Paz,
operaría con base en el principio de complementariedad de cara a las
facultades y responsabilidades que cada uno de ellos tiene. Creemos
firmemente que la Comisión tiene una competencia claramente identificada que
no deberá ser invadida ni por el Consejo de Seguridad ni por otro órgano.
Igualmente, somos conscientes de la necesidad de promover que los trabajos
tanto de la Comisión se desahoguen cuidando la coherencia del sistema
en aras de evitar duplicaciones y optimizar los recursos con los que
contamos.
Señora
Presidenta:
3.
México está convencido que las decisiones y el rumbo que continúe tomando la
Comisión deberá estar guiado por tres ejes principales. Por un lado,
creemos conveniente que cualquier asesoría sobre los casos nacionales sea
proveída con base en un enfoque integral de la consolidación de la paz
después de los conflictos. Resulta cada vez más complejo delimitar las
fases por las que atraviesa un país emergente de una guerra. Algunos casos
han demostrado que los esfuerzos de desarme, desmovilización y reintegración
tienen que instrumentarse en tandem a tareas vinculadas con la
construcción de instituciones o bien, la promoción de programas para
fomentar una cultura a favor de los derechos humanos. Las amenazas que
causan la reincidencia de los conflictos pueden permanecer ocultas en
cualquier arista de un post-conflicto, ya sea en el rubro de desarrollo, el
social o el político. El concepto de consolidación de la paz es uno de los
pocos en donde el vínculo entre seguridad, desarrollo, estado de derecho y
derechos humanos es sumamente claro y cada día más vigente. México confía
en que la Comisión sabrá trabajar la mano de la mano del Grupo de
coordinación y apoyo sobre el estado de derecho que ha establecido el
Secretario General, con base en el informe que nos ha presentado en
diciembre de 2006. (A/61/636)
Por otro
lado, consideramos conveniente recordar que no existe un solo modelo de
consolidación de la paz. Cada caso nacional es único. Cada historia,
es una guerra con causas propias. Es posible hacer paralelismos a partir de
experiencias pasadas. En ese sentido, México acoge con beneplácito la
decisión de formar un Grupo de Trabajo sobre Lecciones Aprendidas, las
cuales, estimamos, deberán ser compiladas y difundidas debidamente. No
obstante, será fundamental que cada caso nacional sea tratado con la
particularidad que se merece y en las situaciones en donde la autoridad
nacional exista, empoderarla durante todas las fases del diseño y la
aplicación de la estrategia de consolidación de la paz. Difícilmente podrá
emerger un proyecto de nación en un país en donde las decisiones están
siendo impuestas artificialmente.
México
estima que sin claridad de propósitos y prioridades, resultará imposible
calificar los trabajos de la Comisión como un éxito o como un fracaso. Uno
de los objetivos de la Comisión de Consolidación de la Paz es fungir como
puente entre el sistema de las Naciones Unidas, las instituciones
financieras internacionales, los donantes, la sociedad civil y los agentes
regionales. Sin embargo, a juicio de mi delegación, este objetivo no se
alcanzará de manera eficiente si la Comisión fracasa en promover entre los
actores una visión común sobre la forma en que se deberá consolidar
la paz.
4.
En cuarto lugar, acogemos con beneplácito el anuncio realizado el pasado 29
de octubre por el entonces Secretario General Kofi Annan sobre la
contribución de 35 millones de dólares al Fondo de Consolidación de la Paz.
México considera que la Comisión y el Fondo de Consolidación de la Paz están
inmersos en una relación simbiótica. Somos conscientes que se requiere del
compromiso sostenible de todos los donantes para garantizar recursos que
estén disponibles en los momentos oportunos. Sin la movilización y la
disponibilidad adecuada de los recursos por parte del Fondo, la Comisión no
podrá desahogar su mandato con la eficiencia que todos esperamos,
particularmente los civiles en el terreno del post-conflicto.
5.
Acuñando un término en inglés que explica el actual estadio de la Comisión,
mi delegación percibe que en estos momentos, tenemos ante nosotros una “obra
en desarrollo continuo” (a work in progress). Restan más de un
puñado de asuntos de alta complejidad por definir, pero pareciera
registrarse un consenso sobre varias cuestiones de procedimiento, que bien
podrían enmendarse desde ahora, en los primeros meses de vida del órgano,
para evitar que lo generado sin intención se convierta en la regla y no en
la excepción.
Así por
ejemplo, México reitera la necesidad de que la Comisión opere con base en
reglas de procedimientos claramente establecidas. Evitemos lo que sucedió
con el reglamento del Consejo de Seguridad: aquello que originalmente fue
concebido para operar provisionalmente lleva una permanencia de 61 años. La
legitimidad y credibilidad de la Comisión de la Consolidación de la Paz
dependerán en gran medida, si logramos erigir un nuevo órgano que opere con
la mayor transparencia posible. Mi delegación propone que las reuniones del
Comité de Organización se lleven a cabo en un formato abierto y público, en
aras de que el resto de los Estados que no lo conformamos en determinado
momento, pero que sí participamos en su creación en esta Asamblea,
conozcamos sus avances.
Adicionalmente, la Delegación de México vuelve a instar al resto de los
Estados miembros a que concentremos nuestras sinergias en garantizar una
mayor y mejor vigilancia del principio de la representación geográfica
equitativa para el caso muy en particular, de la composición global de los
futuros Comités de Organización.
Señora
Presidenta:
México es optimista de la contribución que puede aportar la
Comisión para la Consolidación de la Paz. Estamos en tiempo para mantener
una actitud propositiva e innovadora ante las situaciones de post-conflicto
bajo consideración de la Comisión. El vacío institucional que motivó la
creación de la Comisión, sólo será llenado si los Estados miembros la
dotamos de las herramientas y los recursos necesarios para que cumpla
adecuadamente con su mandato. No desaprovechemos la oportunidad que, con la
creación de la Comisión de Consolidación de la Paz, se le vuelve a otorgar
al sistema multilateral. Estamos muy a tiempo.
Muchas
gracias.
* * *