Vikki Kloeris, es especialista en ciencias de la alimentación, y es la encargada de supervisar, desde el Centro Espacial Johnson, en Houston, lo que sube a bordo del transbordador antes de cada misión en materia de comida. Ella es la responsable de la correcta alimentación de la tripulación espacial. Su misión no es baladí. Alcanzar una dieta correcta y satisfactoria para los paladares es fundamental para el buen funcionamiento de la misión. La salud de los astronautas y su buen estado de ánimo pueden ser la clave del éxito o del fracaso. |
Según la opinión de Michael López-Alegría, el astronauta de origen madrileño, muy aficionado a la cocina: La comida es una cosa que podríamos mejorar. La comida a bordo del transbordador es apenas tolerable, y eso es para una misión de dos semanas. Después de una misión de cuatro meses, me imagino regresar con mucha necesidad de una buena cena" |
Los sabores picantes han sido los preferidos por los astronautas. Muchos se han percatado de que experimentan una pérdida del gusto. Es muy posible que esto se deba al cambio de posición de los fluidos corporales, que en la falta de gravedad tienden a migrar hacia la parte superior del cuerpo. Entonces, por un par de días el astronauta siente algo parecido a un catarro, con congestión en la cabeza y la nariz tapada. Y cuando tenemos un catarro las cosas nos saben distinto o no nos saben a nada", nos dice Kloeris. |