La educación en México (1970-2000): de una estrategia Nacional a una estrategia Regional
Mario
Aguilar Morales*
* Profesor normalista. Licenciado en Economía por
la Universidad de Guadalajara (UDG); egresado de la maestría en Economía
de la misma institución.
Este
ensayo analiza las características más importantes de los
últimos 30 años que distinguen a la educación en
México, se agregan comentarios sobre hechos anteriores para reforzar
la comprensión de los temas, Se considera que la gran reforma de
los noventa tiene como intención implícita pasar de una
estrategia de desarrollo nacional a una estrategia de desarrollo regional,
un paso fundamental ha sido transferir las funciones de administración
de la educación básica y normal a los estados. No obstante,
esto no ha logrado superar los problemas de fondo, como la calidad de
la educación, que sigue siendo el principal reclamo social.
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Introducción
La igualdad de oportunidades y el bienestar, son principios básicos
de sociedades que aspiran a ser justas, un cuestionamiento complejo y difícil
es definir qué elementos contribuyen a lograr estos principios, sin duda
la educación es uno de los más notables. Es evidente que en México
la educación difiere de ser igualitaria y universal, si consideramos
las regiones se observan enormes diferencias.
La carencia de educación adecuada es señalada
como factor determinante en la continuidad e incremento de la pobreza en países
de América Latina (Londoño, 1996). Implica considerar a la educación
como sector clave para la integración de México al contexto de
globalización comercial y libre competencia, y al mismo tiempo impulsar
un proyecto de desarrollo nacional. Este contexto justifica estudios sobre educación,
ya que interesa a autoridades educativas no seguir repitiendo los errores del
pasado e interesa a la comunidad académica buscar una interpretación
objetiva sobre las funciones reales del sistema educativo. Estos estudios pretenden
además analizar fallas, diagnosticar problemas y por último recomendar
soluciones.
Este trabajo presenta como hipótesis la idea
de que la transición educativa pasa de una estrategia de integración
nacional a una política educativa de desarrollo regional donde aún
no se definen las orientaciones y prácticas adecuadas, pero en un corto
plazo se establecerán bases que definirán políticas a seguir
en los próximos años. El objetivo general es clarificar qué
elementos intervienen con mayor peso en este proceso. Teniendo como objetivo
particular presentar una apreciación crítica de la educación
en su momento actual.
Panorama
del proyecto
Se presentan cuatro grandes temas, primero se hace un análisis histórico-económico
de México, destacando la relación de estos procesos con el sistema
educativo nacional, se presentan luego las políticas educativas que se
han aplicado desde 1970 hasta la fecha, pero por su importancia se hace referencia
al llamado Plan de Once Años; se analiza la calidad del sistema educativo,
para después revisar algunos indicadores; se denota las diferencias entre
los estados, destacando el hecho de que son los estados del Sur los que mantienen
los indicadores de mayor atraso.1
Al final son planteadas algunas conclusiones.
1. El
contexto histórico económico
La época de crecimiento sin inflación (1956-1970), donde ocurre
un importante crecimiento económico anual con estabilidad de precios,
ha sido conocida con el nombre de desarrollo estabilizador,2
se caracterizó por mantener fijo el tipo de cambio del peso con respecto
al dólar –12.50 pesos por dólar3–,
el gobierno recurre sobre todo al endeudamiento como medio de financiamiento;
debe señalarse que el proteccionismo fue un pilar para la política
económica de esta época. Según el Centro de Investigación
para el Desarrollo, A. C. (CIDAC), en estudios que culminaron con el libro:
Educación para una economía competitiva: hacia una estrategia
de reforma, este contexto de proteccionismo económico tuvo como costo
social, que no generó una demanda de trabajadores creativos, calificados,
capaces de utilizar, adaptar y desarrollar nuevas tecnologías, hecho
que se reflejó en la escasa competitividad de los productos nacionales.
La gravedad del problema fue mayor si se considera que por factores políticos
la política educativa privilegió a la educación superior,
lo que se tradujo en la sobreoferta y subutilización de profesionistas
–que sólo podrán administrar sin innovar–. Que a la
vez implica un enorme desperdicio de recursos. Para el CIDAC, la principal misión
de la educación es capacitar en forma eficaz a la mano de obra –que
demanda una economía abierta–, con el argumento de que así
tendrá acceso a más empleo, remuneraciones superiores y en consecuencia
mayor igualdad social.
En la época de 1970-1976, muchas medidas tuvieron
cierta racionalidad dada la recomposición política provocada por
el movimiento del ’68. Se considera a ésta, una época de
reconciliación, aumentaron los presupuestos universitarios, se dio una
cooptación de intelectuales y activistas del ’68, sé amplió
la red universitaria creándose la Universidad Autónoma Metropolitana
(UAM), el Colegio de Bachilleres y el Colegio Nacional de Formación Profesional,
dadas las condiciones la educación superior tendrá como política
central un crecimiento anárquico (Villaseñor, 1991).
Ante la nueva integración mundial de las economías,
se reconoce la necesidad de ser congruente y vincular la educación con
las necesidades del mercado laboral, para este fin se han venido promoviendo
una serie de reformas orientadas a dar una mayor vinculación a la formación
adquirida en los procesos académicos con los procesos productivos, especialmente
los vinculados con el sector externo. Buscando a largo plazo la generación
de nuevo conocimiento científico y tecnológico, lo que apoyaría
el planteamiento del CIDAC. Debe considerarse que las nuevas tendencias buscan
especializar a las regiones en áreas donde se obtienen ventajas sobre
todo en costos, lo que contribuye para su integración en la cadena comercial;
con esta consideración México ha estado especializandose en el
desarrollo de industrias maquiladoras,4
en este sentido pueden girar futuros proyectos de capacitación y programas
que fortalezcan los conocimientos de la población en torno a estos sectores.
En educación básica, deben integrarse avances técnicos
y promover una mayor sensibilidad de los estudiantes hacia el sentido de la
competencia como un elemento que en un futuro contribuirá al desarrollo
de facultades individuales.
2. Políticas
de la educación en México
La educación se ha considerado un bien público donde el gobierno
juega un papel central, producir este servicio involucra a lo largo del tiempo
un múltiple proceso burocrático y social, que puede entenderse
mejor dirigiendo el estudio a los años, cuando se construyeron las bases
para el desarrollo social del país y donde la educación fue vista
como elemento de integración nacional, necesario para la unificación
del país y todos los objetivos se supeditaron a su expansión,
articulando intereses de los grupos docentes, administrativos y técnicos
en una estructura burocrática compleja.
Es desde el Plan Nacional para la Expansión
y Mejoramiento de la Enseñanza Primaria conocido como Plan de Once Años,5
cuando la educación reviste un carácter especial; se introduce
el libro de texto gratuito y se impulsa una intensa campaña de alfabetismo.
Inicia la etapa de expansión de la educación más importante
del México posrevolucionario, se contemplaba un período de once
años (1959-1970) plazo en el que se debía lograr la meta de primaria
para todos, objetivo no alcanzado.6
A partir de este programa, según críticos, se crea una educación
laxa, uniforme, que excluía las particularidades que en lo concreto vivían
los niños de las distintas regiones del país. Como intento por
ampliar la capacidad de atención a la educación secundaria y ante
la falta de personal docente especializado, se crea en 1968 el Sistema de Telesecundaria.
Así, la política educativa se ha caracterizado por tener en los
aspectos cuantitativos de la educación –en particular de la primaria–
como su principal objetivo; más que un proyecto definido, el gobierno
ha limitado su actuación a la tarea de empatar la oferta educativa con
el dinámico crecimiento de la población.
Entre 1970-76 se crea una Comisión Coordinadora
de la Reforma Educativa, que emite una nueva Ley Federal de Educación
(1973) que sustituye a la Ley Orgánica de la Educación Publica
(1941); se buscaba una modernización en la enseñanza, apertura
de la educación a todos los grupos sociales y ante los nuevos requerimientos
sociales promover la flexibilidad de la educación; se introdujeron igualmente
nuevos contenidos en libros de texto, en Ciencias Sociales, dada la época,
los contenidos toman una orientación tercermundista. A partir de 1970
los subsidios a la mayoría de las universidades crecieron y en muchas
de ellas surgieron nuevas carreras, más acordes con la nueva estructura
de profesiones técnicas e industriales.
Se impulsaron esfuerzos por cubrir el rezago de la educación
en los adultos. En 1975 aparece la Ley Nacional de Educación y para propósitos
de su cumplimiento en 1976 inicia funciones el Sistema Nacional de Educación
para Adultos (SNEA) que es el antecedente que finalmente crea al Instituto Nacional
para la Educación de los Adultos (INEA) –creado por decreto del
21 de agosto de 1981–. La educación para los adultos se define como
una educación extraescolar, sustentada en el autodidáctismo.
La administración 1976-82 promueve la creación
de albergues escolares, educación para adultos, cursos comunitarios para
las comunidades apartadas, pero también se tiene como objetivo vincular
la educación con las necesidades de la producción, como parte
de este objetivo se crea en 1979 el Colegio Nacional para la Educación
Profesional y Técnica (CONALEP); para intentar hacer más eficiente
la labor educativa en 1978 se creo la Universidad Pedagógica Nacional
(UPN) y para este mismo objetivo en 1979 el Consejo Nacional Consultivo de Educación
Normal.
El Programa Nacional de Educación, Cultura, Recreación
y Deporte, es el plan de la administración 1982-88, tiene como primer
objetivo elevar la calidad de la educación en todos los niveles a partir
de la formación integral de docentes; el segundo objetivo es racionalizar
los recursos destinados a la educación y ampliar el acceso al sistema;
un tercer objetivo era vincular la educación, la investigación
científica, la tecnología y el desarrollo experimental con los
requerimientos del país; el cuarto objetivo del programa se dirigía
a descentralizar la educación básica y normal y a desconcentrar
la educación superior, la investigación y la cultura.
Durante el sexenio de Salinas de Gortari se crearon
los programas Escuela digna y Niños en solidaridad que
fueron financiados por el Banco Mundial, que a su vez destinó recursos
a proyectos como el Programa para Abatir el Rezago Educativo (PARE) y el Programa
para Abatir el Rezago Educativo en Educación Básica (PAREB). Para
el maestro fue creada la Carrera Magisterial que se presenta como el medio adecuado
para elevar la calidad del docente y su nivel de ingreso. En el ciclo escolar
1996-97 por primera vez se distribuyen libros de textos gratuitos para el primer
año de secundaria en las zonas rurales pobres. El 18 de mayo de 1992
se firmo el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación
Básica (ANMEB), en este documento se acuerda la transferencia de la educación
preescolar, primaria, secundaria y normal del control federal a los estados.
Transferencia que busca sobre todo los objetivos: hacer más eficiente
el aparato administrativo de la SEP. Pero para muchos, esto lleva implícita
una medida radical: disminuir el poder sindical. El 13 de julio de 1993 se presentó
una nueva Ley General de Educación.
El Programa para la Modernización Educativa 1989-2000
plantea que lo prioritario es lograr un sistema educativo de mayor calidad,
esto se requiere por la interacción de los mercados mundiales, el dinamismo
del conocimiento y la productividad. Se plantean otros retos, como la descentralización
para ganar eficiencia, satisfacer la demanda educativa (que consiste en atacar
el analfabetismo y el analfabetismo funcional y satisfacer la demanda de educación
básica, media y superior). Se prevé la necesidad de apoyar sistemas
no formales de capacitación para el trabajo y mejorar la calidad de la
educación superior.
3. La
calidad de la educación
Pese a los importantes avances logrados en la educación, se mantienen
graves deficiencias, la calidad es el problema más fuerte y el que más
críticas recibe por parte de la sociedad, pese a que se cuenta con un
sistema más amplio y complejo, existe insatisfacción social por
la notoria falta de calidad en los planteles; se producen millones de textos,
sin embargo existen opiniones que denotan que los contenidos educativos son
obsoletos e irrelevantes para la sociedad actual y futura. Se postula que la
educación es el instrumento para preparar los recursos humanos que el
desarrollo de México demanda, pero, los diferentes niveles educativos
no reproducen valores que exalten el trabajo. Aunque se ha logrado una importante
cobertura en la educación básica, aún existen rezagos dramáticos
en las zonas rurales.7
El libro de Gilberto Guevara Niebla8
hace una crítica general del sistema de educación, a tal grado
que en sus propias palabras:
Los daños infligidos a la educación pública nacional por esos arreglos –de la emisión presupuestal a la hegemonía de los intereses corporativos y las razones políticas de burocracias y autoridades, no hacen ruido–. A diferencia de la contaminación ambiental, la inseguridad pública o el problema de la deuda, los desastres de la educación publica son graduales, discretos, indoloros, secretos. Pero a la vuelta de los años podemos ver y medir la magnitud de esta catástrofe silenciosa.9
Catástrofe
que se refleja en la baja calidad e irrelevancia de la educación nacional,
que no ha sido capaz de incidir en una menor desigualdad social.
Hacia finales del sexenio de Miguel de la Madrid se
creó la Dirección de Evaluación del Proceso Educativo para
evaluar el rendimiento de los alumnos de educación básica, se
realizaron diagnósticos de los ciclos que van de 1985 a 1990. Para la
evaluación del ciclo 1984-85 se muestrearon escuelas públicas
federales; en el caso de la educación preescolar se midió el desarrollo
del niño y no su rendimiento académico. En los resultados se concluye
que sólo un grupo de niños logró cubrir los objetivos de
la educación preescolar, el resto solo adquiere un mayor grado de socialización,
sin cumplir los objetivos que guardan una mayor relación con el nivel
inmediato superior: la primaria. En torno a la educación primaria, se
cita la cifra de 31.1% de niños con rendimiento nulo o mínimo
aprobatorio, se da aquí una relación inversa entre el grado y
el nivel de aprovechamiento que se explica porque el niño avanza grado
a grado con enormes carencias que se complican conforme avanza. En evaluaciones
posteriores se encontró que en sexto año se encuentran los niveles
más bajos de toda la primaria.
Evaluación
aplicada por la revista Nexos
Ésta se aplico a 3,248 niños de 175 grupos escolares de
educación primaria, 95.4% de escuelas públicas y 4.59% de escuelas
privadas, la evaluación consistió en preguntas referidas a los
contenidos centrales de los programas de primero a sexto grado; el promedio
global de calificación en los exámenes fue de 4.8 y sólo
el 16.3% aprobaron.
Queda de manifiesto en estas evaluaciones, publicas
y privadas, que la educación básica no satisface los objetivos
académicos establecidos, de acuerdo con estos resultados, las zonas rurales
y las entidades más pobres son las que presentan los saldos más
bajos.
La gran expansión educativa, que generó
una baja en la calidad y que se manifiesta en forma inmediata en las altas tasas
de reprobación, índice creciente de deserción que generaba
una baja eficiencia terminal a fines de los setenta y que difícilmente
alcanzaba el 50%. El concepto calidad figura en la agenda a partir de
la Reforma Educativa Integral de 1971, obteniendo un lugar prioritario en todos
los planes y programas gubernamentales. Algunos indicadores muestran mejoras
recientes, uno de ellos es el número de alumnos por profesor; en 1980
se tenían en promedio 39 alumnos por cada profesor de primaria, uno de
los mas altos de América Latina; para 1989 esta relación había
disminuido a 32. Otro indicador importante es la cobertura en la educación
preescolar, diversos estudios han demostrado que ésta contribuye en gran
medida a aumentar la probabilidad de éxito en la educación primaria;
este índice fue en 1980 de 17% y en 1990 de 40%.
Pero el problema más grave es la deserción
escolar, en este elemento los determinantes sociofamiliares tienen un peso fuerte
en la explicación de la exclusión de la educación, particularmente
de los segmentos inferiores de la sociedad; pese a que, en la actualidad, se
encuentran en una misma familia distintas escolaridades y responsabilidades
en los roles sociales.
Por primera vez, el Censo del año 2000, hace
una indagación de la causa por la que los alumnos abandonan sus estudios,
encontrando una razón alarmante hacia la que la calidad de la educación
debe dirigir sus esfuerzos, el 27% de los estudiantes de 7 a 29 años
que abandonaron la escuela, lo hicieron porque no les gustó estudiar;
ello significa que el sistema de enseñanza no resulta atractivo para
este porcentaje de estudiantes que abandonan la escuela, significa un reto que
los sistemas de enseñanza necesariamente deben enfrentar, las razones
por las que se abandonan los estudios se presentan en el cuadro siguiente:
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Puede observarse que la razón predominante de abandono de la educación es de orden económico, ya que por falta de dinero el 35.73% abandonó la escuela, este hecho confirma la idea de que en México la pobreza y la falta de recursos no permiten que las oportunidades sean las mismas.
4. Indicadores
Educativos
Se presentan indicadores que sirven de referencia para resaltar la evolución
de ciertas características y comparar las diferencias que existen entre
regiones.
4.1 Asistencia a la escuela. El Plan de 11 Años no logró
su objetivo de primaria universal, que implícitamente pretendía
terminar con el analfabetismo; apenas en el ciclo escolar 1999-2000, la población
de 6 a 14 años que asiste a la escuela nos da un promedio nacional de
92.08 %. Estamos hablando de que en el futuro se tendrá que un segmento
de la población de aproximadamente 7.92% no habrá terminado su
primaria. A fines de los setenta se atendía solamente el 78% de los demandantes
y fue hasta mediados de los ochenta que se logró atender al 98%.
En la tabla se observa que es el DF el lugar que presenta
un mayor porcentaje de población de 6 a 14 años que asiste a la
escuela, para este rango de población es Chiapas el que ofrece menor
cobertura de atención.
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4.2
Grados de Escolaridad Promedio. En las décadas de 1970 a 1980, la
escolaridad promedio nacional aumentó 1.2 años de estudio; de
1980 a 1990 aumentó 1.9 años, pero de 1990 a 2000 este aumento
fue de 1.1 año, lo que nos dice que hubo una disminución, pero
que puede compensarse cuando se encuentra que la cobertura en educación
para la población de 6 a 14 años aumentó 6.27%. En el año
2000 el promedio nacional de años de estudio fue de 7.56 años,
si consideramos que la meta actual es de 9 años de estudio, aún
existe un rezago de 1.4 años para lograr el objetivo (ver tabla siguiente).
El único lugar que cumple con esta meta es el
DF, pero en el caso de Chiapas existe una distancia de 3.4 años de estudio.
4.3
Diferencias entre la escolaridad de hombres y mujeres
El promedio de escolaridad de las mujeres en 1990 fue de 6.2 años
de estudio y el de los hombres 6.8 años, la distancia es de 0.6 años.
Para el 2000 esta distancia tiene una ligera reducción: 7.8 años,
promedio de estudio de los hombres y 7.3 años, promedio de estudio de
las mujeres; lo que refleja la creciente integración de las mujeres a
la escuela. Al analizar los porcentajes de la población de 15 años
o más con primaria completa, considerando los censos de 1990 y 2000,
la distancia también ha disminuido.
En 1990 la distancia fue de 4.55%, en el 2000 esta distancia
se reduce a 3.76%; distancia que tiende a seguir reduciéndose, las mujeres
terminan la primaria para buscar las mismas oportunidades que los hombres. La
tabla subsiguiente muestra también la situación de la educación
secundaria.
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El
objetivo de 9 años de estudio para toda la población, en el año
2000 se encuentra a menos de la mitad de ser una realidad, la diferencia entre
los hombres y las mujeres que han hecho estudios de secundaria es en 1990 de
3.73%, y en el 2000, 3.72. La diferencia en proporciones, prácticamente
se conservan, las mujeres aumentan su nivel de terminación para la primaria,
pero en la secundaria la situación sigue siendo la misma.
Si consideramos a la población de 6 a 14 años
que asiste a la escuela, observaremos que el total de la población ha
incrementado, en proporción, 7.27%. Este indicador, considerando los
últimos dos censos, refleja un aumento menor en los hombres: 5.8% y mayor
en las mujeres: 6.7%.
En el año 2000 la proporción de mujeres
que asiste a la escuela es casi la misma que la proporción de hombres.
Conclusión
La situación en la que se encuentra la educación es resultado
de un proceso histórico en el que actúan muchos elementos, difíciles
de precisar; los problemas que se encuentran deben ser solucionados en un futuro
deseable. Parece que los gobiernos han detectado, desde hace algunos años,
la necesidad de adecuar el sistema educativo a las necesidades del campo laboral;
para ello, han creado instituciones alternativas como CONALEP, lo que parece
crear un conflicto entre las universidades tradicionales, que ofrecen educación
de acuerdo con sus programas, y las nuevas instituciones técnicas con
las que se disputan los recursos.
Por otro lado, la política educativa se encuentra
en medio de un conflicto en el que enfrenta reclamos sociales y de grupos, no
existe todavía un proyecto integral en educación, en el que participen
la sociedad, las instituciones existentes y las autoridades públicas,
sino que sobrevive el conflicto y el choque de intereses. Los cambios que la
educación requiere ya no pueden establecerse por simple modificación
o ajuste de decretos, la apertura democrática ha generado también
la crisis del autoritarismo como modelo de gobierno. La transición educativa
sólo será posible si se involucra correctamente a los diferentes
actores sociales implícitos en el desarrollo de la educación.
Pero, en un escenario de globalización, donde
se plantea además una nueva concepción de federalismo, la nueva
política educativa no es integral sino que es una política regional,
que pretende estimular la especialización en la que se encuentran inmersas
las regiones dada la composición de los mercados, esto no puede lograrse
modificando de la noche a la mañana el sistema de educación básica,
situación que no es sencilla, es necesario establecer programas de capacitación
que sean capaces de generar resultados más inmediatos.
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Con
respecto a la calidad de la educación, ésta sigue siendo el principal
problema que enfrenta el sistema educativo; en este sentido, la incorporación
de tecnologías novedosas a la enseñanza es un avance importante.
Pese a ello y a una elevación en el nivel promedio de escolaridad de
la población, no se ha podido remontar la insuficiencia de calidad. La
participación de la sociedad en la conducción y manejo de la educación
puede ser otro elemento que contribuya para que ésta sea más eficaz.
Puede pronosticarse que una mayor incidencia femenina
en la matricula provocará un descenso en la fecundidad, ya que esta educación
genera ingresos, los que aumenta el costo relativo de los hijos y reduce la
demanda de los mismos. Para el caso de México se ha encontrado que las
mujeres sin escolaridad tienen en promedio 3.4 hijos mas que las mujeres con
nivel de preparatoria o más (Parker W. Susan y Pederzini V. Carla: Genero
y educación en México).
En un futuro, como parte del control demográfico,
se espera una reducción de la población de cero a catorce años,
lo que nos llevaría a una reducción de la matricula, y si se mejoran
los índices de reprobación, eficiencia terminal y se logra incorporar
a la población excluida de la educación básica, puede pronosticarse
una mayor demanda en la cobertura de la educación preescolar, una ligera
reducción de la educación primaria y un aumento significativo
de la educación secundaria.
Se aprecia que la política educativa ha tenido
como propósito principal la consolidación de la primaria universal,
atendiendo sólo el aspecto cuantitativo mas que conducir a la política
educativa mediante un proyecto bien definido, su actuación se ha limitado
a empatar la oferta con la creciente demanda.
Notas
1.
Particularmente el estado de Chiapas.
2. Llamado también modelo de desarrollo
"vía sustitución de importaciones".
3. Ya que se consideraba como condición
importante para la consecución de otros objetivos.
4. Como el caso del sector electrónico
en Jalisco.
5. Administración de López
Mateos (1958-64), siendo secretario de la SEP, Jaime Torres Bodet.
6. De acuerdo al censo de 1990, el porcentaje
de la población con primaria completa era el 61.76%, para el censo de
2000 fue aproximadamente de 70.36%.
7. Órnelas, Carlos. Op. cit.
pp. 27.
8. Ver Guevara Niebla, Gilberto (compilador).
La catástrofe silenciosa. Fondo de Cultura Económica. México,
1992.
9. Guevara Niebla, Gilberto. Op. cit.
pp. 26.
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