2.2
Del oral al escrito
El lenguaje no es una expresión directa
de la experiencia, compartir está en la base de cualquier
signo y del lenguaje.
El Lenguaje llega con la Revolución Urbana, cuando grupos
de Seres Humanos dejan la vida nómada para dedicarse a
la Agricultura, apareciendo también la división
del trabajo.
La notación escrita empieza a usarse cuando la práctica humana se complica y no puede descansar sólo en la memoria, por ejemplo con el comercio; luego la escritura se extiende a otros ámbitos como la historia (mítica), el derecho y la filosofía.
La especie, mediante la Escritura y la construcción de
herramientas, se va afirmando progresivamente y define su naturaleza.
En la vida cada vez más compleja de la ciudades se hace
necesaria la Escritura: la oralidad permite una atención
concreta, mientras que la Escritura hace que la comunicación
esté más homogeneizada.
Posiblemente la palabra se acompañaba de notación,
dibujo y rituales, siendo múltiple la primitiva expresión
humana.
Memoria cultural
Primeramente la memoria humana fue genética, como en los
demás animales; después se transmitían las
experiencias que habían sido eficientes.
En un primer estadio la experiencia humana fue circular y cerrada;
más tarde se hizo abierta y lineal.
Con el lenguaje esta dinámica se rompió y el marco
expresivo se hace lineal, llegando a generalizar cada vez más
y desarrollándose la idea de progresión.
En el lenguaje es posible, cada vez que se relata una cosa, ir
actualizando experiencias, adaptándolas a las nuevas circunstancias.
Así, el paso del Homo Faber (que usa herramientas) al Sapiens
(que piensa) se produce al llegarse a un marco lineal en el que
las actividades ya no son homogéneas, no habiendo ya una
relación directa entre esfuerzo (por ejemplo: unas piernas
largas hacen posible una buena carrera, con lo que la caza es
más fácil) y resultado.
En el nuevo estadio ya no importa tanto la experiencia para la carrera como la anticipación de la estructura de tareas futuras en orden a minimizar un esfuerzo e incrementar el rendimiento.
El lenguaje oral siempre se refiere al presente, actualizándolo;
se asocia con marcos existenciales cerrados (circulares) y vida
práctica.
La cultura de la Escritura se produce en un marco social más
complejo. La Escritura es un instrumento multirrelacional que
permite vínculos entre diferentes palabras, frases, ideas
y lenguajes.
La experiencia adquirida en registros visuales (dibujos, grabados…)
se expresa diferentemente por escrito; la naturaleza precisa de
los pictogramas impide la generalización; en cambio, la
Escritura permite establecer convenciones codificadas: el pensamiento
abstracto no es posible sin la representación abstracta
y las convenciones que comporta.
Todo lenguaje quiere superar el hecho concreto.Antes de la Escritura, el lenguaje quedaba marcado por la voz que lo usaba; con la Escritura el lenguaje queda objetivado y liberado del sujeto concreto.
El proceso hacia el lenguaje escrito es paralelo a la evolución
desde un sistema de satisfacción de necesidades inmediatas
(relación circular) a otro que tiene más demandas
(lineal) y es de naturaleza derivada.
La diferencia entre necesidades referidas a supervivencia y otras
que no lo son sino de situación social (poder, miedo, placer,
ego) se representa mediante el lenguaje que es parte del proceso
de continua maduración del Ser Humano.
La alienación
de lo inmediato
La alienación es un proceso por el que algo que es nuestro
(miembro, trabajo, ideas) se revela como extraño.
La conciencia de los signos es conciencia entre lo que somos y
como expresamos nuestra identidad:
a) tratando con representaciones de cosas se hace difícil
compartir con otros experiencias referentes al objeto;
b) la interpretación lleva a nuevas experiencias y asociaciones.
La imagen era próxima al objeto, siendo confusa al referirse
a las acciones. La Escritura es remota de los objetos pero las
acciones pueden describirse mejor puesto que la diferenciación
del tiempo es más fácil. Con la palabra, los acontecimientos
se convierten en el objeto de un registro.
La Escritura permite un incremento de productividad: el grupo
ya no hace una tarea para sobrevivir sino que lleva una vida dedicada
al trabajo.
La Escritura (más que sonidos, imágenes y colores)
extraña a los Seres Humanos de sí mismos y del entorno;
sentimientos y actitudes se convierten en signos y son expresados,
como también los pensamientos, para ser compartidos.
La etapa oral es la paleolítica, en el Neolítico
llega la Escritura y la división del trabajo; la Palabra
permite la diferenciación de la praxis humana, la Escritura
requiere la división entre trabajo físico y mental:
escribir requiere destrezas (Gramática) muy distintas de
las necesarias para procesar materia (cosechas, curtido de pieles…);
la situación social de los escribas hace ver que eran funciones
muy distintas.
Las Genealogías
Las Genealogías son secuencias humanas de dimensiones sociales;
en un primer momento se expresan con imágenes (el árbol
familiar); después se escriben porque es posible una expresión
más formalizada, uniforme y constante, gracias a la estructura
de la Escritura; así se empiezan a articular ideas y se
llega a formar un cuerpo de teorías que tiene raíces
y ramas, representando diferentes estadios, hipótesis y
variantes. La Escritura facilita el acceso a este conocimiento
a través de códigos uniformes.
La palabra
escrita tiene un grado de expresión diferente de la hablada
y no llega al alma; cuando alguien habla lo que dice toma vida
propia; en cambio, lo escrito no tiene en cuenta las diferencias
personales y no puede adaptarse a circunstancias diferentes.
La memoria de una sociedad de Escritura pierde su relación
con la experiencia directa: la palabra escrita se conecta con
otras palabras pero no con hechos; así es como las cosas
desaparecen del cuerpo de la Historia y se convierten en una colección
de escritos: el aquí y ahora se esfuman y sólo queda
la conciencia de una secuencia, desapareciendo el sentido global
de una experiencia.
En la
Escritura, la experiencia humana se convierte en una cosa, haciéndose
indirecta, a diferencia de la palabra hablada que es directa.
¿Porqué tiene un sentido diferente una web sobre neurocirugía para mí que para un médico?
La comprensión del lenguaje no depende sólo del vocabulario y la Gramática sino de la compartición de experiencias: ésta es la base del lenguaje; cuando nos comunicamos y el Otro nos entiende convenimos que yo sé lo que tú sabes; pero ocurre que, al complicarse la experiencia, esta comprensión se hace más difícil y sólo es posible entre especialistas; así el lenguaje se hace cada vez más diversificado y pierde globalización.
Cuando dos cazadores salían a cazar compartían un
mismo marco de actividad, cada uno sabía lo que sabía
el otro y estaban coordinados: la experiencia del uno confirmaba
la del otro, haciéndoles avanzar en la actividad; ambos
estaban allí, se veían, y compartían su experiencia.
El visualizador de Internet (Netscape, Explorer) es una interfície
gráfica que permite compartir infinitas experiencias de
información; su uso libera al visitante de una web de ponerse
en contacto directo con el Otro (el Autor), facilitando la comunidad
virtual. De forma parecida otras prácticas actuales (como
el cajero automático, el tele-entradas…) asumen un
esquema de actuación similar.
Así pues: comprender el lenguaje implica comprender a todos
aquellos con los que compartimos una experiencia, confirmando
la pertenencia a una comunidad que nos aporta nuevas vivencias.
La confirmación significa comprensión que puede
expresarse diversamente: un gesto o un código en una transacción
electrónica, perdiendo la Escritura cada vez más
utilidad.
Diálogo
El diálogo, que es la célula básica de comunicación,
es más que dos personas intercambiando frases; existen
claves en el lenguaje, por ejemplo, la interrogación; por
otra parte, cada persona habla de una forma distinta, si es un
niño, una mujer o un sacerdote, si se habla de sexo, de
política o de ventas, etc.
En la Escritura las claves se expresan de modo que permitan un
uso general y no concreto, pero elementos de oralidad se conservan
en el lenguaje, así, por ejemplo, hablamos de un 4 X 4
para referirnos a un automóvil todo terreno; pero hay una
nueva oralidad en la que el elemento dominante es visual, convertido
en icono; por ejemplo expresamos la palabra quiero con un corazón,
o una madeja de lana significa que una prenda es de pura lana,
o un barreño con un número indica la temperatura
para lavarla.
La Escritura permite expresar dimensiones de tiempo y espacio
que no pueden percibirse oralmente lo que permite nuevas experiencias
de esas realidades.
Esas nuevas dimensiones de la realidad van más allá
del tiempo y del espacio y también pueden servir para explorar
la relación entre consciente, inconsciente y lenguaje.
En nuestra realidad virtual la experiencia del tiempo y del espacio
es un ejemplo de la gran libertad que puede obtenerse a partir
del lenguaje.
La asunción es un componente del sistema de signos, distinta
en la Palabra de la Escritura: indica que una expresión
ha sido reconocida; es posible hacerlo mediante movimientos de
la cabeza o manos u otros elementos de carácter para-lingüístico;
también hay asunciones que se comparten en todo un grupo,
por ejemplo el sentido del ritmo en los Negros o la capacidad
globalizadora en los Chinos.
En la relación interactiva y electrónica, por ejemplo de las transacciones bancarias, la estructura del lenguaje no sirve por la gran rapidez con que el diálogo se produce.Afirmando que el lenguaje común es necesario para la comunicación, la interactividad lo trasciende mediante el uso de códigos que establecemos en las interacciones en el Multimedia o en la Red.
La sociedad industrial ha querido que todos, de forma normalizada, podamos compartir experiencias, por ello se pone tanto interés en la extensión de las destrezas de saber leer y escribir.Pero hoy hay muchas experiencias que son parciales y comportan un cuarteamiento del lenguaje:
son los lenguajes de los especialistas o de determinadas situaciones: leyendo champú en una botella ya sabemos lo que tenemos que hacer, un total de operaciones relativamente complejas quedan englobadas en esa palabra.
En la
autopista digital emergen comunidades independientemente de su
situación geográfica; se participa en ellas de modo
diferente a otras basadas en la Escritura; en la comunicación
actual los componentes literarios ya no son los que dominan.
La Escritura más antigua era pictórica; hay una
relación entre leer nube, en chino, y ver una nube; pero
el lenguaje alfabético se distancia del pictograma y se
hace abstracto, siendo el resultado de un proceso de sustituciones;
por ejemplo, en el substrato lingüístico nostrático
(base de muchas lenguas, entre las que están las indoeuropeas)
luba significa sed, de donde podría venir el love (amor)
inglés y el Liebe (amor) alemán aunque ninguna de
esas dos lenguas asocia la experiencia de la sed con el amor.
Las claves de un texto se refieren al texto y, luego, a la experiencia
expresada. Cuando se lee un texto no hay nadie al lado para preguntar
y el componente dialogante (interactivo) del lenguaje oral no
puede mantenerse allí; así pues, la Escritura no
puede satisfacer las expectativas de la interactividad.
Hasta hace poco los manuales de los programas informáticos
ofrecían, en un lenguaje simple, información sobre
el uso del soft: eran difíciles de entender; ahora se ha
pasado a los tutoriales, interactivos (on o off-line), con muchos
elementos gráficos y animaciones.
La Escritura se convierte en una práctica cerrada en sí, muy especializada, que contribuye a la fragmentación social: la prensa económica sólo la entienden los economistas, las sentencias, los abogados, los libros de Medicina, los médicos.
Saber
leer y escribir se ha entendido como un requerimiento de la Democracia
pero ahora es sólo una consecuencia de la división
del trabajo en especializaciones; así se producen seres
humanos parcialmente letrados y se contribuye a la fragmentación
social.
Ahora la palabra se acompaña de imágenes, supuestamente
para completar su sentido. Gran parte de nuestra cultura (cómics,
telenovelas, anuncios, webs…) usa texto e imagen.
Las imágenes pueden reemplazar el texto, su comprensión puede hacer que esa experiencia sea igual a la de leer determinado texto; pero el acceso a la imagen no es automático, no sólo hay que ver sino también mirar; y los códigos visuales no son los de la Escritura.
El lenguaje, dice Korzybski es un mapa que evidencia lo que ocurre
dentro y fuera de nuestra mente.
Ahora, mediante el teléfono móvil, podemos hablar con cualquiera en cualquier lugar del mundo, reviviéndose la oralidad a escala global; nos conectamos al mundo pero nos desconectamos DE nosotros mismos; podemos estar en varios lugares a la vez, ser más de una persona simultáneamente.
Así el lenguaje se convierte en una experiencia nueva de constitución personal.