Gramática Caló

GRAMÁTICA CALÓ

 

La gramática caló ha ido quedando absorbida por la gramática española, adoptando las características pertenecientes a la lengua castellana.
Originalmente el caló, poseía las características propias de todos los dialectos pertenecientes al romanó, pero poco a poco en nuestro país han sustituido las reglas del arte gramatical por algunos de los principos peculiares con que se introdujo el primitivo lenguaje; lo mismo en la declinación de los nombres, conjugación de sus verbos y particularmente en su sintaxis; dominando las incorrecciones y vicios de pronunciación, con especialidad entre los habitantes de Andalucía, la región de España donde mejor arraigan los gitanos.
Destaca el hecho de que muchos verbos admiten la derivación "elar" y "erar" en su terminación para expresar con mejor fuerza y energía la acción que representan.

Por ejemplo;

-"chinar", es simplemente cortar, y "chinelar", significa segar.
-"sinar", es ser, estar, mientras que "sinelar" significa existir, vivir.


Por lo ya comentado, es más interesante resaltar ciertos rasgos de la gramática romanó, ya que esta es base de la estructura original de la gramática caló:

El romanó es una lengua que posee declinaciones, por ello, según sea el dialecto hablado por los gitanos del mundo su habla viene mediatizada por el mayor o menor grado con que declinen las diversas partes gramaticales de su idioma. Un mayor grado de declinación comporta de forma inmediata una menor utilización de las preposiciones y de los artículos.
En el romanó-caló, el artículo determinado es diferente en singular, para masculino y femenino pero adquiere la misma forma para ambos en plural.
En los artículos contractos sólo se utiliza en el romanó "al", mediante la fusión de la proposición "ka"(a) y el artículo masculino singular "o"(el).
En la formación de sustantivos, tanto los verbos como los adjetivos se sustantivan mediante los sufijos "-iben" e "ipen". Los sustantivos abstractos se forman mediante el sufijo "-imos".
En cuanto al género, sólo hay dos: masculino y femenino, y se distinguen por la terminación en "o" e "i" respectivamente. No siempre los nombres y adjetivos en romanó se corresponden con el mismo género en español.
Referente al número, hay dos: singular y plural. Los nombres y adjetivos de origen indio, terminan el masculino singular en "o" y el plural en "e". El femenino termina en "i" y el plural en "ju" o "u".
Los adjetivos de origen antiguo siguen para la formación del género y el número las reglas básicas del romanó. Algunos adjetivos de género neutro en español no lo son en romanó y concuerdan con el sustantivo en el mismo género. Por ejemplo;

ESPAÑOL

ROMANÓ

Hombre grande, mujer grande

Rom baro, romni barí


Los adjetivos terminados en consonante no cambian de género ni de número.

Por último haremos referencia al pronombre, donde destaca el hecho de que los gitanos españoles mantienen el uso de algunas formas declinadas de los pronombres personales, que son corrientes en la conversación actual.


De todas formas los primitivos elementos gramaticales son actualmente pocos y pobres: se aumentaron sus voces, como ya se ha manifestado, tomándolas de los diferentes pueblos con quienes se relacionaron en su itinerario. De hecho, son muy contados los individuos que dominan perfectamente la lengua romanó- caló con las consecuentes reglas gramaticales. Y quien lo hace, lo lleva a cabo con imperfección y con las voces muy alteradas y corrompidas. Además con intrusiones de la jerga germanesca.
En definitiva, hay muchos gitanos que en el contacto con las costumbres y el idioma del país en que habitan, han ido perdiendo paulatinamente muchas costumbres, incluido su lenguaje, hasta llegar al extremo de que hoy en día no conocen el idioma de sus antepasados.


 

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